miércoles, 11 de noviembre de 2015

IPIALES

Ipiales es una ciudad colombiana situada en el departamento de Nariño y cabecera del municipio del mismo nombre. Es puerto aéreo y terrestre fronterizo pues se ubica en la frontera con la república del Ecuador; en el Nudo de los Pastos, en el altiplano andino; relativamente cerca de la costa del océano Pacífico, al pie de monte amazónico y a la línea equinoccial; siendo una región panamazónica.

La Ciudad y Municipalidad forma parte de la conurbación binacional Tulcán-Ipiales en donde viven 196.630 habitantes, aunque estos datos podrían ser más elevadas ya que la cifra dada para el municipio de Ipiales corresponde al censo 2005 y la del cantón de Tulcán del censo 2010. Según estimaciones para el 2012 la población de ambas ciudades aglomeradas es de alrededor de 220 000 de habitantes, y es por tanto el área metropolitana fronteriza más poblada del lado ecuatoriano y la segunda más poblada del lado colombiano.






El Santuario de Nuestra Señora del Rosario de las Lajas es un templo y basílica para el culto cristiano católico y veneración de Nuestra Señora de las Lajas situado en Ipiales, Departamento de Nariño, sur de la República de Colombia y es destino de peregrinación y turismo desde el siglo XVIII.







HISTORIA



En época prehispánica la comarca estaba habitada por el pueblo de los Pastos, quienes resistieron a la invasión de los incas, cuando estos entraron a la región bajo el mando de Huayna Cápac, hacia 1480. La nación de los Pastos, era un conglomerado indígena existente de tiempo inmemorial, que ya tenían fundados sus pueblos. Estaban organizados en cacicazgos, con bohíos circulares en número de cien, "eran agricultores, cazadores, alfareros, orfebres"; creían en la inmortalidad del alma, tenían sus dioses: el Sol, la Luna, el mono, los ríos, lagunas, montañas; y su santuario en el hoy pictógrafo de los Monos en Potosí y su centro astronómico en el petroglifo de Machines en Cumbal. Eran amantes de la Pacha Mama (madre tierra). Los indígenas Pastos, trabajaron con maestría la cerámica, la orfebrería, los tejidos; poseían conocimientos de astrofísica, medicina tradicional, desarrollo endógeno, educación y derecho propio y cosmovisión; legado que nos asombra y demuestra el adelanto cultural de nuestros antepasados.


FUNDACION
Los primeros europeos en llegar a esta región fueron: Diego de Tapia, luego Pedro de Añasco y Juan de Ampudia en 1535 al río Ancashmayu (Guáytara); Pedro de Puelles en 1537, españoles enviados desde Quito por el adelantado Sebastián de Belalcázar, estos continuaron al centro de lo que sería el Nuevo Reino de Granada; la historia actual considera este episodio como una invasión.

Los españoles a su arribo ya encontraron una avanzada cultura, la de los Pastos, y poblados ya constituidos, fundados y organizados por los propios indígenas como lo señala en 1545, Pedro Cieza de León, en su Crónica del Perú:

«También son comarcanos con estos otros pueblos, cuyos nombres son: Ascual, Mallama, Tucurres, Zapuys, Iles, Gualmatal, Funes, Chapal, Males y Piales, Pupiales, Turca, Cumba. Todos estos pueblos y caciques tienen por nombre Pastos, (…)»
Sin embargo Pedro de Puelles, fundó la Villaviciosa de la Concepción de los Pastos, en el Alto de las Cruces, en la primera década de junio de 1537, y que fue destruida por los nativos. En 1540, Ypiales, fue capital de la provincia de los Pastos. Hacia 1580 “no había huella de fundación española”.

En 1615, don Juan Caro, informa al cabildo de Pasto, que deja “levantadas doce casas que forman el pueblo de Ipiales y veintitrés moradores”. En 1713, fray Juan Verdugo, “reorganiza la población, fomenta la educación y la agricultura”.


La tradición señala que la fundación ocurrió en 1585, por los clérigos Andrés Moreno de Zúñiga y Diego de Bermúdez, (para la época estuvieron en Pasto), “quienes trasladaron el pueblo de la loma de Puenes al lugar que hoy ocupa la ciudad” según publicación de 1927, lo anterior es considerado un error por parte de los historiadores. El nombre de "San Pedro Mártir de Ipiales" fue dado a la parroquia, y no al poblado.

INDEPENDENCIA



La vocación libertaria de los ipialeños se manifestó el 6 de octubre de 1809, cuando participaron junto a ipialeños, tuquerreños y comarcanos, contra los realistas, en la batalla de la Tarabita de Funes, “donde se derramó la primera sangre por la libertad de América”. El 7 de septiembre de 1810, se firmó el acta de independencia de Ipiales y la región.  El 5 de noviembre de 1822, es sacrificada la heroína nacional Antonia Josefina Obando, por los realistas, frente a la capilla de La Escala.









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